¿Quién es el autor en la era de la IA?

"A Recent Entrance to Paradise," imagen creada de manera autónoma por un algoritmo en una máquina (Creativity Machine). Stephen Thaler solicitó el registro de derechos de autor, en tanto que propietario de la máquina, el 3 de noviembre de 2018.
Más de 100 días después del inicio de la huelga de guionistas de Hollywood, el debate acerca de la posibilidad de que los estudios utilicen inteligencia artificial generativa para escribir guiones han seguido aumentando. Sin embargo, la ley de propiedad intelectual norteamericana ha sostenido durante mucho tiempo que los derechos de autor solo se otorgan a obras creadas por seres humanos, y eso no parece estar cambiando en el corto plazo.
La juez federal Beryl A. Howell confirmó el 18 de agosto una decisión de la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU. que establece que una obra de arte creada por IA no está sujeta a protección. El fallo se emitió en una orden que rechazó el intento de Stephen Thaler de impugnar la posición del gobierno de no registrar obras creadas por IA. La Juez de Distrito de EE. UU., Beryl Howell, dictaminó que la ley de derechos de autor nunca se había extendido tanto como para proteger obras generadas por nuevas formas de tecnología que operan sin ninguna intervención humana.
La opinión subrayó que “la autoría humana es un requisito fundamental”. La lucha por la protección de las obras creadas por IA ha sido liderada por Thaler, director ejecutivo de la empresa de redes neuronales Imagination Engines. En 2018, él listó a un sistema de IA, la Creativity Machine, como el único creador de una obra de arte llamada “A Recent Entrance to Paradise”. La Oficina de Derechos de Autor rechazó la solicitud argumentando que el vínculo entre la mente humana y la expresión creativa es un elemento crucial de protección.
La ley de derechos de autor de EE. UU., destacó, “protege solo las obras de creación humana” y se “diseñó para adaptarse a los tiempos”. Ha habido un entendimiento constante de que la creatividad humana está “en el núcleo de la capacidad de ser protegido por derechos de autor, incluso cuando esa creatividad humana se canaliza a través de nuevas herramientas o en nuevos medios”, según la sentencia.
El fallo se produce mientras los tribunales evalúan la legalidad de que las empresas de IA entrenen sus sistemas en obras con derechos de autor, lo que podría resultar en que estas compañías tengan que destruir sus grandes modelos de lenguaje. En marzo, la Oficina de Derechos de Autor afirmó que la mayoría de las obras generadas por IA no son susceptibles de derechos de autor, pero aclaró que los materiales asistidos por IA califican para protección en ciertas circunstancias. Una solicitud de una obra creada con la ayuda de IA puede respaldar un reclamo de derechos de autor si un ser humano la “seleccionó o dispuso” de una manera “suficientemente creativa” para que la obra resultante constituya una obra original de autoría.
Vientos de cambio
Pese a todo lo anterior, la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos publicó el día 30 de agosto una solicitud oficial de comentarios y una investigación sobre los derechos de autor en relación con la inteligencia artificial (IA). Esta iniciativa busca recopilar información y opiniones sobre cuestiones relacionadas con el uso de obras con derechos de autor en el entrenamiento de modelos de IA avanzados, como el ChatGPT de OpenAI y el Bard de Google. Entre los temas de interés se encuentran la transparencia en el uso de obras con derechos de autor, el estado legal de las salidas generadas por IA y el tratamiento adecuado de las salidas que imitan características personales de artistas humanos. El período para presentar comentarios se extiende hasta el 18 de octubre.
Este movimiento llega en un momento en que la industria de la IA enfrenta desafíos regulatorios tanto en Estados Unidos como a nivel global. Mientras que la Unión Europea y otros territorios han implementado políticas para proteger la privacidad de los ciudadanos y limitar el uso de datos por parte de las corporaciones, la regulación sobre el uso de material con derechos de autor para entrenar sistemas de IA ha sido limitada. Además, se ha generado debate en la industria de los medios sobre cómo gestionar la aparición de sistemas de IA capaces de imitar el trabajo de creadores y artistas, lo que ha llevado a demandas contra empresas de IA como OpenAI.
Este proceso de revisión también plantea preocupaciones más amplias sobre la IA, como la posibilidad de desalineación, es decir, que las máquinas puedan tener objetivos que choquen con el bienestar humano, y la proliferación de la desinformación. El gobierno de Estados Unidos ha estado manteniendo reuniones con partes interesadas en la comunidad de la IA, incluyendo un encuentro a puerta cerrada entre el senador Chuck Schumer y los directores ejecutivos de importantes empresas tecnológicas. En resumen, la iniciativa de la Oficina de Derechos de Autor refleja la creciente atención y preocupación por la intersección entre derechos de autor y la IA en el ámbito legal y tecnológico.