El modelo o3 de OpenAI: ¿una revolución o una exageración?

Últimamente tengo la sensación de que dedico muchos artículos a tratar de distinguir la exageración en el ámbito de la inteligencia artificial de las aportaciones reales. Hoy le toca al último modelo de IA generativa presentado por OpenAI, el o3. Ha llegado dentro de las 12 presentaciones navideñas de la compañía, y está dando mucho que hablar en el mundo tecnológico, y con razón. Tiene un gran potencial en cuanto a razonamiento y resolución de problemas y está impulsando los límites de lo que creíamos posible con la inteligencia artificial. Pero antes de entrar en los detalles, creo que será útil tener un poco de contexto sobre la inteligencia artificial general (artificial general intelligence, AGI).

La AGI es el santo grial de la investigación en IA. Se trata de la idea de crear un sistema de que pueda realizar cualquier tarea intelectual de la que un ser humano sea capaz. Se trata de la máquina definitiva, capaz de aprender y adaptarse a cualquier situación.

El modelo o3 aún no está ahí, pero parece que muestra signos de progreso en esa dirección. OpenAI ha publicado algunos resultados de referencia que muestran que supera a los modelos anteriores en diversas tareas, como resolver problemas matemáticos, responder a preguntas de ciencias e incluso programar. Es un modelo que se ha entrenado con un conjunto de datos masivo de texto y código, lo que significa que tiene una vasta base de conocimientos en la que puede apoyarse, como sucede con GPT-4o, con la diferencia de que sus habilidades en el ámbito del razonamiento son superiores.

Entonces, ¿es o3 un producto real?

Dado que el servicio de o3 todavía no está disponible y que solamente disponemos de los datos facilitados por OpenAI, es difícil de decir. Si lo que publican es cierto, el rendimiento técnico es innegable y está claro que se trata de un avance importante. Pero, como sucede con frecuencia en estos últimos tiempos, las figuras de la IA se apresuran a subirse al carro de la exageración.

¿Es o3 realmente una revolución? No estoy completamente convencido. Si bien es un paso en la dirección correcta, todavía hay algunas limitaciones que considerar. Lo más parecido de que disponemos hasta este momento es o1, del que solo puedo decir que no consiguió impresionarme. Si bien es cierto que se avanza en la dirección correcta y que los modelos de inteligencia artificial generativa basados en el razonamiento aportan algo nuevo, no creo que tengan carácter disruptivo. Por un lado, estos modelos requieren una enorme potencia de procesamiento, lo que será una barrera significativa para su aplicación. Por otro, todavía está en desarrollo, por lo que no se sabe hasta dónde llegarán las capacidades del producto final.

El gran inconveniente: coste de operación

Ahora, hablemos del elefante en la habitación: el coste. Como ya he indicado, o3 requiere una cantidad significativa de potencia de cálculo para funcionar, lo que va a resultar bastante caro para una organización que lleva teniendo problemas financieros desde que se fundó y que no acaba de dar con un modelo de negocio viable. ¿Vale la pena la inversión? Quizá.

Pero también puede suceder que se trate de una huida hacia adelante. Hay que recordar que los estatutos de OpenAI dicen lo siguiente:

OpenAI’s mission is to ensure that artificial general intelligence (AGI)—by which we mean highly autonomous systems that outperform humans at most economically valuable work—benefits all of humanity.

Es decir, la misión de OpenAI consiste en asegurar que la inteligencia artificial general —por la que se refieren a sistemas autónomos que funcionan mejor que los humanos en la mayoría del trabajo económicamente valioso— beneficia a toda la humanidad.

La parte más interesante, desde mi punto de vista, es la que señala que su objetivo consiste en conseguir sistemas autónomos que cuyo rendimiento supere al de los humanos en la mayoría de trabajos con valor económico. Y o3 pretende ser un paso más en esta dirección, en la que OpenAI, de momento, solo ha cosechado fracasos. ¿Conseguirá con este modelo afianzar su complicada posición o se convertirá en una promesa incumplida?